Esta película, conocida en México como Sombras del pasado, es una gran cátedra de fotografía y edición. Lo que nos enseña es a dejar lo convencional, a dejar de tener la cámara quiera o componer de manera más creativa, siempre y cuando esto tenga un sentido y sea una manera real de decir nuestro discurso. Parajanov nos muestra que por más bizarra que la película pueda parecer, en realidad siempre está diciendo y lanzando signos dentro de imagen o discurso en sí.
Ejemplo de ello es que, dando una lectura de una historia de amor, los protagonistas desde niños tenían una relación muy estrecha. Hay una escena donde ellos juegan en un campo de flores y, unos años más tarde, el gran amor de Ivan (el protagonista) muere y éste se ve envuelto en una tristeza fatal, tiempo después acepta casarse con una mujer que no ama y es aquí cuando Parajanov expone en imagen la situación de Ivan cuando éste corta las flores donde solía jugar con Marichka.
Considero que es una película difícil y que posiblemente se tenga que ver más de una vez para lograr encontrar significado total a lo que Parajanov quería decir pero en verdad cuando uno termina de ver esta gran joya, se queda anonanado con la gran fotografía y edición presentados.