Otra gran joya del montaje. Este corto de encargo es evidencia de la imaginación y creatividad que un realizador puede tener; cuando Bert Haanstra decide acompañar la imagen con jazz y que a la vez tenga congruencia y encuentro con los movimientos es una gran genialidad. A su vez, explica la artesanía con este tipo de música y la industria es acompañado por sonidos electrónicos, haciendo una analogía al trabajo y sus orígenes.
Me maravilla la astucia de Haanstra ya que hacer una joya tal y lograr que a los clientes les guste y que no sea regresado por algún elemento que el mal gusto de éstos pueda detectar, es un trabajo que pocos pueden hacer.