Película hermosa y a la vez cruel, triste. Bresson nos presenta a uno de los personajes más lindos y «sencillo» dentro del cine, Balthazar. Esta es una gran película donde todo lo que vemos, lo presenciamos por medio de un burro (Balthazar). Éste personaje es testigo del humano; un humano cruel, feliz, estúpido, amoroso… es testigo de la ironía del ser humano.
Me parece que la película se hace desde la perspectiva de un Balthazar ya que Bresson nos intenta decir cómo todas nuestras estupideces como humanos las cometemos sin importar nuestro entorno, nuestro prójimo. Y que las consecuencias de nuestros actos no se piensan. Somos tan egoístas que sólo pensamos en nosotros y no cómo podemos lastimar a los demás.