Una película donde se exponen los temas de la moral, de la sexualidad, de cómo la religión quiere plantar un sistema de pensamiento caduco y donde los introyectos provenientes de los familiares obedecen a la iglesia y al conservadorismo sin pensar suficientemente en la doble moral que contiene todo esto ni en las consecuencias que esto puede tener. Siendo cómplices de las secuelas.
Esta es una gran película, fotográficamente tiene unos encuadres y exposiciones que sólo de pensarlos tienen gran dificultan en descifrarse. El hecho de que todo lo anterior se represente por medio de magia, de mundos fantásticos con vampiros, monstruos y cierto tipo de príncipes me es fascinante ya que se complementa bastante bien con el trabajo fotográfico de que he hablado.
Pienso que es de las pocas películas que hablan de una gran verdad y que se pueden sacar tantas conclusiones de ella por el gran trabajo que hace Jaromil Jires con la conceptualización y fondo del discurso.
CineKinoCinema 