La fusión que hacen Luis García Berlanga, Nino Manfredi y José Isbert me parece impresionante. La convivencia y veracidad que es puesta en cuadro hace que te sientas en un contexto propio de su relación donde se incluye la hija del verdugo; se logra comprender y concentrar los problemas que tiene el enterrador al incluirse en un círculo familiar donde el ser verdugo es visto temerosamente por la sociedad y él que llegó a tener esos pensamientos, tendrá que estar inmiscuido en ese mal visto labor.
Me parece muy cómico y creativo el tema de esta película, ya que en lo personal nunca me había puesto a pensar en las personas que llegan a tener ese tipo de labores tan confusos moralmente; Berlanga me hizo ser consciente de situaciones que no existían en mi consciencia y todo desde un punto donde la risa es parte del ejercicio de reflexión de ficción y realidad.
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